Martínez Moya aboga por revisar horarios y hábitos de trabajo para ´reprogramar la Justicia´


12 oct 2013


El presidente del TSJ reclama cuatro jueces de lo Social y apuesta por la mediación frente a los litigios

11.10.2013 | 00:39
Martínez Moya aboga por revisar horarios y hábitos de trabajo para ´reprogramar la Justicia´
Martínez Moya aboga por revisar horarios y hábitos de trabajo para ´reprogramar la Justicia´
El presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Región, Juan Martínez Moya, que intervino en el acto de apertura del año judicial, celebrado ayer en Lorca, apuesta por «reprogramar» la Justicia para acabar con los retrasos que están sufriendo sobre todo los Juzgados de lo Social y por «una utilización más eficaz de los medios personales y materiales disponibles». Esta reestructuración debe pasar, a su juicio, por la revisión de «los hábitos de trabajo» y por la aplicación de «horarios flexibles y verificables». Reivindicó además la construcción de un nuevo Palacio de Justicia en Lorca y planteó la necesidad de ampliar al menos con cuatro jueces la jurisdicción de lo Social para evitar la tardanza en un ámbito «tan sensible» y con «una sobrecarga insoportable».
Martínez Moya considera necesario acabar con «la justicia tardía», simplificar los procedimientos y buscar fórmulas alternativas para resolver los conflictos laborales, como la mediación. También ve necesario «comarcalizar los juzgados de violencia contra la mujer». En el ámbito de lo Civil dijo que «no es razonable que medie más de un año entre la audiencia previa y el juicio», mientras que en lo Penal considera necesario «agilizar los procesos de corrupción facilitando medios personales y materiales para que la instrucción gane en agilidad sin detrimento de garantías de víctimas y acusados».
Aseguró que los funcionarios y los fiscales «trabajan no solo por encima de sus posibilidades, sino como verdaderos héroes discretos», pero cree que es preciso «reprogramar la Justicia» desde dentro, con una «transformación de «los hábitos de trabajo, de la metodología y de la jornada», con la introducción de «horarios flexibles y con la verificación de los mismos». Su propuesta es innovar para conseguir «una justicia tecnológicamente avanzada» ante una crisis que está «judicializando a la sociedad de forma torrencial y desordenada. La sociedad tiene una insaciable sed de justicia, porque en tiempos de crisis se produce una depresión moral y ética que afecta al cumplimiento de las normas, a una auténtica quiebra del Derecho que quiere resolverse en los tribunales. Y es evidente que no se puede pedir a la Justicia que organice la sociedad». El presidente del TSJ cuestionó también las tasas judiciales.
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