- “El nivel de civilización al que han llegado diversas civilizaciones humanas está en proporción a la independencia de que gozan las mujeres”. Flora Tristán.
TRIBUNA VIOLETA Nº 6: 8 MARZO 2020
Este 8M desde la FSC-CCOO seguiremos reivindicando la mejora de los derechos laborales y la igualdad, denunciando la brecha de género, las violencias machistas y todo tipo de discriminación. Explicando nuestro trabajo, contando nuestra historia de lucha en asambleas de centros de trabajo, en nuestras secciones sindicales y en toda la sociedad.
El compromiso por la igualdad entre hombres y mujeres ha existido desde el inicio de nuestra constitución como sindicato y ha ido evolucionando a través de los años. Es en 1993, en la primera Conferencia de Mujeres, cuando se estableció el 8 de marzo para luchar por la igualdad como jornada reivindicativa para el conjunto del sindicato.
Como sindicato de clase y sociopolítico, ante las situaciones que se producen de desigualdad, discriminaciones o violencia contra las mujeres, desde el principio de las CCOO se estableció la integración de las políticas de género.
Y otro año más, amanece que no es poco, un nuevo 8 de Marzo en este 2020 lleno de reivindicaciones, con un Gobierno central que parece que apostará claramente por la igualdad pero con otros obstáculos que creíamos ya desparecidos y que empiezan a aflorar con gran agresividad, como es la negación de la violencia contra las mujeres y la inexistencia de la desigualdad, el ataque continuado al feminismo y a quienes lo conformamos y reivindicamos.
En su intento de desprestigiarlo y confundir ahora desde los gobiernos regionales y locales están tratando de imponer sus políticas retrógradas y conservadoras que siempre van en detrimento de las mujeres, sin olvidar que también están apoyados por determinados medios de comunicación y personajes famosos en la mentira.
Ellos provocan esta situación de falsedades que han sido consentidas y transmitidas sin ponerles demasiados impedimentos, incluso fomentándolas: ya decía la propaganda nazi que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. Tenemos que combatir las mentiras, luchar contra sus políticas retrógradas y conservadoras, pero en unión con todas y todos, con mayor intensidad si cabe y sin descuidar ningún ámbito.
Hay que plantar cara y desmentir los bulos o las fantásticas fábulas que se crean. Que no nos engañen, no es feminista llevar la copa de España a un país donde un camello tiene más derechos que una mujer aunque se vista de largo, manga corta y sin velo o que al frente de una empresa esté una mujer que aplica políticas machistas.
Pero en definitiva, desde nuestro ámbito debemos seguir trabajando por conseguir la igualdad real de hombres y mujeres, incorporándola tanto en el ámbito laboral como social. Es imprescindible seguir haciendo visibles las desigualdades, combatir la brecha salarial, las segregaciones, para poder acabar con ellas en todos los ámbitos de la vida, evidenciando la mayor pobreza y precariedad laboral de las mujeres y la feminización de los contratos a tiempo parcial para poder combatirlos.
Mejorar a través de la negociación colectiva en los convenios colectivos y planes de igualdad, aplicando medidas de acciones positivas, tal y como hacemos todos los días del año para conseguir avanzar en igualdad.
Sin olvidar que instaremos al nuevo Gobierno y a todas las AAPP a que continúen mejorando las medidas y políticas para llegar a la igualdad real entre hombres y mujeres, y que la corresponsabilidad no resulte perjudicial para las mujeres: en definitiva que aprueben y desarrollen leyes para conseguirlo sin tener que esperar otro siglo.
Siempre pueden llegar tiempos peores si nos descuidamos, pues las gentes que no creen en la igualdad ya han llegado a todas las instituciones y ellos, si trabajan juntos con unos objetivos concretos y entre ellos está abatir el feminismo.
Pero nada será posible en el trabajo sin la implicación de todas y todos en nuestra organización o sin la unión de los movimientos feministas en la sociedad. Puede ser un pequeño fracaso de la colectividad porque todavía no está conseguido.
No cejemos en nuestras reivindicaciones. Debemos permanecer todas juntas en este nuevo 8 de marzo sin desprendernos de nadie, pues todas somos necesarias para la consecución de la igualdad porque “Es el tiempo de las mujeres”.TRIBUNA VIOLETA Nº 6: 8 MARZO 2020