Recomendaciones sobre el uso de mascarillas. Tipos


22 abr 2020



  • CCOO viene reclamando la adopción de medidas preventivas de tipo colectivo e individual al Ministerio de Justicia, entre otras, la dotación de mascarillas de protección. Su uso y utilización está generando muchas dudas.


TIPOS DE MASCARILLAS

En relación a las medidas de protección respiratoria, existen varios tipos de mascarillas, pero no todas son equipos de protección individual (EPI).En función de las distintos escenarios y probabilidades de riesgo, el servicio de prevención recomendará el uso de distintos tipos.

La mascarilla higiénica o de barrera

Se destinan a personas sin síntomas con el fin de intentar reducir el la transmisión del virus pero no se consideran de tipo sanitario y son solo medidas de tipo complementario que no sustituyen las medidas higiénicas ni de distanciamiento social. Existen dos tipos: reutilizables y no reutilizables.

Respecto a las reutilizables el Ministerio de Sanidad recomienda:

1. Lavado y desinfección de las mascarillas con detergente normal y agua a temperatura entre 60º-90º (ciclo normal de lavadora).

2. Sumergir las mascarillas en una dilución de lejía 1:50 con agua tibia durante 30 minutos. Después lavar con agua y jabón y aclarar bien para eliminar cualquier resto de lejía y dejar secar. 3.

“Debido a las circunstancia especiales de crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19 y a la urgencia de disponer de productos desinfectantes con actividad virucida para la desinfección de mascarillas higiénicas reutilizables, se ha establecido que se pueda utilizar, para este fin, cualquiera de los productos virucidas autorizados por el Ministerio de Sanidad para PT2 (uso ambiental)1, que han pasado la Norma 14476 de actividad virucida y que se encuentran registrados para uso por el público en general (estos productos que están autorizados en su modo de empleo para superficies, podrán utilizarse para la desinfección de mascarillas higiénicas reutilizables). Su uso será de acuerdo a las recomendaciones del fabricante, poniendo especial atención al uso diluido o no del producto y a los tiempos de contacto necesario para la actividad desinfectante. Una vez desinfectadas las mascarillas, se lavaran con abundante agua y jabón para eliminar cualquier resto químico y se dejaran secar”.


Las mascarillas del tipo quirúrgica

Se utilizan en la cirugía y otros procedimientos para evitar el contacto con salpicadura de fluidos y/o sangre. Se atan con cintas a la cabeza. Ejercen de barrera de protección al estornudar o toser para evitar la emisión de pequeñas gotas. Por lo tanto, lo que hace básicamente es evitar la transmisión de agentes infecciosos del personal sanitario hacia el paciente. No filtran el aire inhalado y no se puede considerar un EPI.


Las mascarillas autofiltrantes

(EPI) Este tipo de mascarilla se utiliza para la protección respiratoria ante riesgo biológico por parte de personal con riesgo laboral de exposición.

Contienen un filtro de micropartículas y su función es proteger al usuario frente a la inhalación de contaminantes (patógenos, agentes químicos…) Se clasifican según su rendimiento:

FFP1. Se emplean frente a partículas de material inerte. Con eficacia de filtración mínima de 78% y porcentaje de fuga hacia el interior máximo del 22%.

FFP2. Se utilizan frente a aerosoles de baja o moderada toxicidad. Con eficacia de filtración mínima del 92% y un porcentaje de fuga hacia el interior máximo del 8%.

FFP3. Se utilizan frente a aerosoles de alta toxicidad. Con una eficacia de filtración mínima del 98% y un porcentaje de fuga hacia el interior máximo del 8%.

Pueden o no tener una válvula de exhalación.

Tienen un tiempo estimado de vida útil de unas horas.

En cuanto a estos EPI deben escogerse de tal manera que se garantice la máxima protección con la mínima molestia para el usuario y para ello es crítico escoger la talla, diseño o tamaño que se adapte adecuadamente al mismo. Es imprescindible hacer hincapié en su correcta colocación y retirada, pues una deficiente utilización puede contribuir a la contaminación y dispersión del agente infeccioso.

La correcta colocación los EPI es fundamental para evitar posibles vías de entrada del agente biológico; igualmente importante es la retirada de los mismos para evitar el contacto con zonas contaminadas y/o dispersión del agente infeccioso.


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