CCOO exige al Ministerio de Justicia contestación inmediata a nuestras alegaciones al proyecto de reforma de la LOPJ


10 jun 2015





  • CCOO denuncia la facilidad con la que el Gobierno accede a peticiones realizadas desde el Tribunal Supremo para los jueces, mientras sigue sin contestar a las numerosas e importantes reclamaciones para la defensa de los derechos de miles de trabajadores/as.

EL MINISTERIO DE JUSTICIA SIGUE SIN CONTESTAR A NINGUNA DE NUESTRAS ALEGACIONES AL PROYECTO DE REFORMA DE LA LOPJ Y SOBRE EL PLAZO DE ENMIENDAS EN EL SENADO, CUYA AMPLIACIÓN HEMOS SEGUIDO DEMANDANDO. EL NUEVO PLAZO FINALIZA EL 10 DE JUNIO.

Entre otras reivindicaciones, CCOO continúa demandando la elección voluntaria por el trabajador/a del sistema de jubilación: el régimen general de seguridad social o el de clases pasivas

¿Por qué el gobierno es capaz de reformar la LOPJ en un minuto para acceder a la petición del Tribunal Supremo para la prórroga de la edad de jubilación de los Jueces hasta los 72 años, con incremento en su pensión, y, en cambio, sigue sin contestar a las demandas insistentes recogidas en las alegaciones presentadas por CCOO a la reforma de la LOPJ?

Entre las numerosas demandas que CCOO lleva tiempo reclamando al Ministerio de Justicia, que deben introducirse en las normas legales, se encuentra la modificación en el sistema de pensiones de los empleados públicos, para que cualquier trabajador/a pueda elegir de forma voluntaria el sistema de jubilación al que quiere acogerse: el del Régimen General de la Seguridad Social o el del Régimen de Clases Pasivas.

Esta demanda es de una enorme importancia, pues es fácil comprobar que para dos personas que hayan trabajado el mismo tiempo, en el mismo cuerpo, con nivel de titulación idéntico y con el mismo salario durante toda su vida laboral, pero adscritos el primero al Régimen General de Seguridad Social y el segundo al de Clases Pasivas, la pensión que tendrán uno y otro serán muy distintas.

Esas dos personas, si ambas han logrado alcanzar el número máximo de años de cotización para alcanzar la pensión máxima establecida en cada uno de los dos sistemas, 100% de la base reguladora (en el caso del Régimen de Seguridad Social) y 100% del haber regulador (en el caso del Régimen de Clases Pasivas), tendrán pensiones muy diferentes.

La explicación es bien sencilla: mientras el trabajador/a encuadrado en el Régimen General de Seguridad Social ha cotizado para la jubilación el 4,70 % por el total de sus retribuciones brutas mensuales (teniendo en cuenta sus 14 mensualidades) y por ello percibirá la pensión por todas esas cotizaciones efectuadas (que es su base reguladora), el trabajador/a encuadrado en el Régimen de Clases Pasivas, ha cotizado el 3,86 % del haber regulador que le corresponde según la titulación del cuerpo en el que presta servicios en cada momento, y percibirá una pensión no superior nunca a dicho haber regulador, que se fija en las Leyes de Presupuestos del Estado anualmente.

En el Régimen General de Seguridad Social, las cotizaciones se realizan sobre todos los conceptos, mientras en el de Clases Pasivas, las cotizaciones son independientes de las retribuciones mensuales del trabajador, porque se realizan siempre sobre los haberes reguladores fijados previamente en las leyes de presupuestos anuales, que siempre son muy inferiores a la retribución mensual real. Se puede, por ejemplo, ganar 2.500 euros brutos mensuales, pero si el haber regulador anual del cuerpo en el que se presta servicios es de 24.334,27 euros/año (ejemplo de un haber regulador del Cuerpo de Tramitación, según la ley de presupuestos para 2015), o lo que es lo mismo, 1.738,16 euros/mes (resultado de dividir 24.334,27 entre 14 pagas anuales), la diferencia mensual de esa cantidad hasta 2.500 (2.500 - 1.738.16 = 761,84 euros) no cotiza y, por tanto, no cuenta para la pensión.

De ahí, la enorme importancia de esta reivindicación de CCOO, para que sean los trabajadores/as los que puedan elegir de forma voluntaria el sistema de jubilación al que deseen acogerse. Una reivindicación de enorme importancia que llevamos realizando desde hace mucho tiempo, y que ninguno de los Gobiernos hasta el momento han aceptado.

¿Hasta cuando el Gobierno seguirá sin escuchar las justas reivindicaciones de las y los trabajadores, mientras cede fácilmente a reclamaciones si son realizadas por las élites judiciales como el Tribunal Supremo?



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